martes, 15 de noviembre de 2011

Personajes de la plaza

Hay en la plaza dos árboles llenos de flores azules. Son Jacarandaes que están desde hace muchisimos años. Más de cincuenta seguro y muchisima historia. Empezando por quien los plantó, escribe Teresa despacio en su improvisada hoja. Hace un rato que llegamos a la plaza. Llegamos en busca de historias. De cosas por contar, rostros que quizás estan a la espera de ser narrados.
No es dificil pensar en aquel empleado municipal que hace años plantó los Jacarandaes aquellos. Imaginarlo, cometiendo un acto que en toda su cotidianeidad daría cimiento al paisaje que aquella tarde veíamos en la plaza.
Detrás de nuestra pequeña ronda, un caminante de paso apresurado busca algo con la mirado. Algo que no encuentra, que tal vez dirije su andanza. El destino que lleva no lo conocemos, pero quizás todos los días a la misma hora, cuando baja el sol, con el mismo bolso, marcha rápido. Pero observa a cada niño que juega, cada árbol que se mueve al compás del viento.
Hoy hay una brisa tranquilizadora en el ambiente que hace bailar las hojas.
Y se nos desaparece de nuestra vista entre las calles el caminante. Lo desconozco pero se asemeja a mí en la busca de un camino por el cual dirijirse. Tal vez en el final alguien lo espera. Tal vez solo sale a admirar un paisaje, escribe Natalí despacio en su hoja con una biromen azul mientras el resto hablamos de cualquier cosa...
A lo lejos unas niñas mantienen un dialogo de miradas. Ellas parecen darle sentido a la plaza, hacer que allí habite la infancia. Debemos escribir una historia detrás suyo.  "El viento puede cambiar de aire" leemos mientras una niña recorre el centro de la plaza. Pensamos que los ojos de esa niña, y de aquellas otras, recorreran el mundo cuando nosotros como aire ya no estemos.
Mientras tanto, las pequeñas tratan de dar la vuelta entera al farol de la plaza.
El paso de un inspector de tránsito, definitivamente cambió el aire de aquella tarde.
-Apena lo conozco, pero sé algo de su historia- dijo Alicia -Este hombre sabe de la vida un poco más que yo. Un año atrás fue centro de atención, motivo de preocupaciones y hasta diría de miradas. Tuvo el raro privilegio de ser el úncio caso de Gripe A en el pueblo.
La conversación iniciada por Alicia continuaba en la plaza. Nuestras palabras, cotidianas y a veces profundas, continuaban navegando aquel aire. Sin querer, convirtiendonos en los personajes de aquella plaza que tanto habíamos ido a buscar.
Alicia Beber
Teresa Albarenque
Natalí Metz
Kevin Jones

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